viernes, 9 de julio de 2010

Se jodió el estadio (Los Tubos)

LOS TUBOS
Por JOSÉ JAIME RUIZ / JULIO 09, 2010

“Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas”, escribió alguna vez el uruguayo Mario Benedetti. Y las respuestas desarrollistas se han topado con las preguntas sustentables. Para responder a los ulteriores cuestionamientos, los actores políticos, económicos y mediáticos de Monterrey ya no pueden asumirse desde los intereses cruzados de Heineken-Femsa sino desde los intereses sociales, ciudadanos.

El centro de espectáculos –en su forma de estadio– que ambiciona Heineken-Femsa en el Parque La Pastora ya demostró que es inviable por causas naturales y por prioridad en la inversión pública.

El cauce del río La Silla mostró el peligro que sufren los asentamientos humanos (El Realito, Villas Las Fuentes, Revolución y Avenida Solidaridad) y las inversiones públicas (Parque Tolteca, Zoológico La Pastora). También nos advierte del otro peligro: el peligro de hacer megaestructuras cercanas a los ríos ( y ni siquiera con fines sociales, sino con fines de lucro).

Por otro lado, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, deberán de tomar en cuenta (además de los procesos que ya llevan), las advertencias de la Conagua. Al hablar del Santa Catarina, el director de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege Tamargo, consideró: “Lo que no se puede hacer son infraestructuras que obstaculicen la capacidad del cauce del área hidráulica del río”. Óyelo tú, Santa Catarina… entiéndelo tú, La Silla.

En las múltiples reuniones que se han tenido entre los funcionarios estatales y federales, en sordina ya se menciona que el estadio de Heineken-Femsa se jodió, al menos en su ubicación actual de La Pastora. Sin duda, el estadio puede hacerse en otro lado, pero ya no en el parque ecológico, ya no en las riberas del río La Silla.

Y se jodió por cuestiones de sustentabilidad porque las políticas públicas ya no pueden estar basadas en el desarrollismo inhumano, ni en la propiedad privada de las funciones públicas que ha hecho de funcionarios y diputados simples empleados de Heineken-Femsa.

El gobernador Rodrigo Medina de la Cruz ha insistido en que “Alex” cambió todos los planes de gobierno y de desarrollo porque la prioridad es la preservación de la vida y la reconstrucción. El equipamiento urbano –el estadio– ya no es una prioridad.

Malgastar 500 millones de pesos para favorecer las vialidades de Heineken-Femsa alrededor del estadio sería una vileza inaceptable. El dinero público ya no debe, ya no puede estar al servicio de la inversión privada. “En la cola del hambre nadie habla de fútbol ni de ovnis”, escribió alguna vez el uruguayo Mario Benedetti.

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